Todos estamos conectados
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| EL ALTAR DE LA CAPILLA de Redwoods Monastery en el Norte de California, donde las Cistercian Sisters of our Lady of the Redwoods (Hermanas Cistercienses de Nuestra Señora de Redwood) viven una sencilla vida monástica entre las majestuosas sequoias. |
El mensaje esencial de Jesús—que todos somos uno—es seguramente uno de los misterios más grandes de la existencia. Esta verdad es tan difícil de aceptar porque nuestros sentidos cuentan una historia diferente: Estamos separados, somos diferentes, y estamos solos. Necesitamos una imagen que nos ayude a reconocer lo que nuestros sentidos no pueden.
Imagina las sequoias gigantes de California: Crecen solamente en bosques. Más aún, las raíces de cada árbol se extienden y aferran a las raíces de los árboles de alrededor, formando una fuerte red de interconexión que sirve para alimentar y sostener a todos ellos por igual.
Recuerda las sequoias y sus raíces invisibles, entrelazadas, mientras disciernes tu vocación. No estás solo y jamás lo estarás en tu camino elegido hacia Cristo.
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